ULa Tafonomía (del griego « τάφος» taphos, enterramiento, y «νόμος» nomos, ley) es la parte de la paleontología que estudia los procesos de fosilización y la formación de los yacimientos de fósiles.1 Se puede servir de disciplinas como la Ecología, la Geoquímica, la Sedimentología, etc.2 Junto a la Paleobiología y la Biocronología, la Tafonomía es una de las tres divisiones de la Paleontología.
El término tafonomía fue introducido por el paleontólogo ruso Iván Efremov en 1940 para describir el estudio de la incorporación de restos, señales o productos de organismos de la biosfera a la litosfera.3 En las últimas décadas del siglo XX la tafonomía se ha extendido e incorporado a otras disciplinas distintas a la Paleontología, tales como la Arqueología o la Antropología forense, como tafonomía arqueológica y tafonomía forense, respectivamente.4 Del mismo modo, desde los años 1980 han crecido los estudios de tafonomía actualista, que persigue el objetivo de mejorar la comprensión de los fenómenos de fosilización a partir de la investigación de los procesos que afectan a los restos biogénicos en diferentes ambientes sedimentarios actuales.
La Tafonomía estudia los fenómenos que actúan y actuaron en la formación de los fósiles, desde la muerte de los individuos hasta su hallazgo. Incluye numerosos procesos tales como la descomposición, desarticulación, bioerosión, corrosión, abrasión y otros, así como los que suceden luego del sepultamiento (i.e. diagénesis).
Los fósiles que podemos encontrar en un estrato no tienen por qué provenir de organismos que vivieron juntos, que compartieron el mismo ambiente e interactuaron, ni siquiera ser de la misma edad geológica. Los estudios tafonómicos nos pueden permitir analizar la historia y procedencia de los diferentes elementos de una asociación fósil, para ello hay que tener en cuenta todos los parámetros observables posibles, características de la matriz rocosa, rellenos, alteraciones, encostramientos, abrasiones, erosiones, mineralizaciones, deformación y rotura, posición y orientación, disgregación de partes, selección de tamaños, colonización, etc. Cuando en un mismo estrato se pueden distinguir agrupaciones de fósiles que comparten algunos de estos factores en común se pueden establecer «familias» tafonómicas con los restos que han compartido una historia común, lo que indicaría una evolución tafonómica compleja, y hay que estudiar, por tanto, cada agrupación separadamente.